¿Porqué escribir en este blog?
A estas alturas, con sesenta amaneceres a la espalda, camino por la vida con un cuerpo común y un espíritu inquieto. He atravesado momentos que fueron puro desorden, casi un vendaval y auténticas locuras. Soy Géminis, y lo admito: a veces siento que dos almas conversan dentro de mí. Una siempre la guardé en silencio, por respeto a mi familia, porque lo que opinen los demás… es apenas un murmullo que se pierde en el aire. Yo sigo caminando, con mis dos almas, mis historias y mis risas, tratando de entenderme y disfrutando de lo que soy.
En mi día a día llevo una vida bastante normal: trabajo, responsabilidades y ese ritmo cotidiano que todos conocemos. Soy empresario, lo que me da una buena dosis de autonomía… aunque no necesariamente una gran fortuna. Nunca me casé, pero mantengo una relación de pareja larga y estable que dura hasta hoy, y con la que estoy realmente bien. Alguna que otra historia también irá con ella, porque forma parte importante de mi camino.
Pero ahora quiero centrarme en esa parte geminiana de mi vida, esa dualidad que me acompaña desde siempre, la que a veces hace que parezca que conviven dos versiones de mí: la que todos ven, y esa otra más silenciosa, más inquieta.
Siempre he sido una persona liberal, de mente abierta, y aunque soy heterosexual, jamás he sido celoso ni controlador. Para mí los celos son la inseguridad de uno mismo. Me encanta el juego y disfrutar del sexo en todas sus facetas. Debo reconocer que hubo una etapa de mi vida en la que me atraía con fuerza mi lado más erótico y dominante, una parte de mí que, de vez en cuando, vuelve a cruzarse en mi camino. Para mí, siempre ha sido un juego compartido de placer, algo que disfrutamos juntos sin darle más trascendencia.
Lo que más he disfrutado —y sigo disfrutando— es que la persona que tengo a mi lado en ese momento sienta ese juego con intensidad, que lo viva, que lo saboree, un disfrute mutuo, un intercambio de sensaciones y complicidad, un juego de placer entre dos, sin nada más detrás. Al final, para mí, el verdadero placer siempre ha estado en compartir la experiencia.
Hubo una etapa de mi vida en la que estuve al frente de varios locales liberales y de un proyecto dedicado a la realización de fantasías. Viví muchas, algunas propias y otras a petición de quienes confiaban en mí. Participé y organicé fiestas liberales, orgías, gangbangs, dinámicas de sumisión, BDSM… un abanico amplio de escenas y experiencias. Como decía, algunas fueron por encargo de parejas o de alguna mujer sola; otras simplemente aparecieron en el camino, con momentos muy buenos y otros no tanto.
En los relatos que iré publicando compartiré parte de todo aquello. Algunos tendrán un toque de dominación, otros serán más eróticos, otros simplemente contarán vivencias intensas. Los nombres estarán cambiados, pero todo lo que describo es real. Eso sí: trabajaré cada relato para que resulte más excitante, sin perder la esencia ni la verdad de lo que viví. Son etapas de mi vida que he decidido contar, también para revivirlas en mis propios recuerdos.
Me gusta releer mi blog de vez en cuando; volver a esas historias me hace recordar a las personas que compartieron conmigo ese tramo del camino. Si lo que escribo te parece real o no, ese ya lo dejo a tu parecer. Yo escribo para mí y para la gente cercana a la que me apetece que llegue, nada más.
Aquí no encontrarás publicidad de ningún tipo, porque no creé este espacio para eso. No soy escritor y sé que alguna frase puede que no quede perfecta; pido disculpas por adelantado. Aun así, voy a intentar contar todo de la forma más clara, honesta y excitante posible.
A noviembre de 2025 he empezado a reescribir y revisar los relatos que ya tenía. Los tiempos cambian, y también cambia la forma en la que interpretamos ciertas experiencias. Algunas frases o expresiones que en su momento parecían normales hoy pueden resultar inapropiadas, ofensivas o simplemente no reflejar lo que realmente quería transmitir. Por eso estoy adaptando el contenido para que sea más claro, respetuoso y fiel a mi intención original.
“Para que quede absolutamente claro, repito: los relatos que comparto aquí están basados en experiencias reales. Todas las personas que participaron lo hicieron de forma voluntaria, consciente y respetuosa, sin maltrato ni abuso de ningún tipo. Fueron juegos entre adultos, donde cada límite se habló y se respetó. Dentro de ese espacio seguro, libre y consensuado, pueden existir fantasías, dinámicas de dominación, sexo y cualquier forma de exploración, siempre desde el respeto mutuo.”
1. La Red
La Red En los ochenta, conocer gente fuera de nuestro entorno era todo un ritual. Recorríamos las revistas juveniles buscando esa sección de contactos donde …