21-Madrid, tres ambientes-Parte 3

La colaboración con el club me había ayudado mucho a conocer cómo se movía el ambiente liberal en la gran ciudad. Para nada es igual a como se mueve en una ciudad pequeña y nada que ver el nivel de un club tan grande a las fiestas reducidas que yo preparaba.

Esos dos meses de colaboración me sirvieron de mucho para desenvolverme y manejarme mejor, a conocer gente muy interesante, nuevos amigos o estar invitado y participar en fiestas privadas. Hice buena amistad con Hanna, que me descubrió el mundo LGTB de Madrid, las noches del Barrio de Chueca y conocer gente muy divertida.

Era jueves, esa tarde había quedado con mi socio en el club a las cinco de la tarde, un poco antes de abrir. Solíamos quedar muchas veces sobre esa hora para comentar cómo íbamos a organizar el fin de semana. Yo no tenía horario fijo en el club ni tampoco ningún contrato que me ataba, acudía algunos días entre semana en plan relax y más de continuo de jueves a domingo en los que gestionaba la organización de eventos y de apoyo a Hanna con las relaciones públicas.

Al llegar, mi socio estaba hablando por teléfono, saludé y me senté en el sofá apartado para no molestar.

…¡Me comentan que este sábado Fusión VIP, monta una fiesta con OnSwinger la red social!

…¡Podría afectarnos bastante!

Por aquellos años OnSwinger llevaba poco tiempo creada y montaba muchas fiestas de captación de nuevos socios para su red social exclusiva. Entrar en ella era difícil, o te invitaban ellos al acudir a sus fiestas o si no tenías que recibir una invitación de alguna pareja que estuviera dentro de la red. La política que tenían era que sólo parejas liberales estuvieran de socias, chicas solas también, pero chicos tenían que estar avalados por varias parejas.

¡Igual algo se puede notar con las parejas habituales! Comenté

De lunes a jueves acudían los habituales y de viernes a domingo el club se llenaba con gente que llegaba de fuera de Madrid, por lo que la gente habitual pasaba más desaparecida.

¡Yo creo que podemos ver más gente nueva incluso me atrevería a decir, que más joven!

La gente que acudía a esas fiestas es de un tipo de perfil más maduro y con años de experiencia, que es el que buscan como socios para su red social.

¡Podemos perder gente, pero si preparamos algo interesante, la podemos sustituir con otra más joven que se sienta desplazada de ese local!

…¡Puede que tengas razón en eso!

¡Vamos a estar listos y nos adelantamos, vamos a sembrar para luego recoger!

¡Una fiesta blanca montada en el jardín y la petamos! ¡Esa fiesta gusta mucho a la gente más joven!

…¡Me gusta la idea!

¡Podemos meter un show erótico en mitad del jardín!

…¡Perfecto, busca a Hanna, poneros de acuerdo y que te ayude con la preparación!

Salí hacia la sala para ver si Hanna había llegado y ponerla al día. La encontré en los vestuarios cambiándose y esperé fuera a que terminara.

Salimos al jardín a una mesa alta y puse al día de la reunión en la oficina, teníamos que desarrollar algo rápido. El evento no era difícil, solo tirar de contactos, Elena, la DJ habitual del local se defendía bien y eso lo teníamos solucionado.

¡Qué más podemos preparar! ¡Con presión las cosas más simples no nos salen!

…¡Oye! ¡¿Y si vienen las chicas relaciones públicas y nos ayudan con una guerra de ideas?!

¡Muy buena Hanna!

Hanna fue a buscar a las seis chicas y en poco estaban todas reunidas con nosotros. Salieron muchas propuestas, una fiesta blanca podía dar mucho juego, concursos de bañadores, juegos de pruebas, show erótico. Juntamos varias ideas y teníamos un proyecto. Hanna y yo marchamos a la oficina en busca de aprobación.

¡Tenemos un proyecto que sí lo gestionamos bien, podría ser la caña!

…¡Comentármelo, soy todo oídos!

Hanna se adelantó emocionada y lo fue exponiendo.

…¡Tenemos solucionado el show y tema DJ!

…¡La fiesta se va a llamar Hedonism White!

…¡Desde luego, el código de etiqueta es todo el mundo de blanco y lo más erótico posible!

…¡Las seis relaciones públicas, en lencería, con body y medias todo en banco, van a tirar de bandeja y ofrecerán copas de cava y un cóctel tropical!

…¡El concurso, la chica más sexy Hedo y el chico Hedo con premio a cada uno, una noche en Zouk Hotel para dos personas.! ¡Varias botellas de cava y consumiciones por participar!

…¡En la siguiente vuelta, las chicas llevarán en las bandejas unas tarjetas de inscripción para todas las personas que quieran participar en una pequeña yincana! ¡Se podrá participar individual o por pareja con un límite de participantes! ¡El precio para los ganadores, veinticuatro en total, participar en una orgia en la Jaima 1 y para el resto por participar, fiesta privada en Jaima 2 con dj y ticket de copas!

Las jaimas se montarían en una zona del jardín y con separación de zona VIP. Al estar a las afueras de la ciudad, el local disponía de una zona privada ajardinada muy grande.

Las pruebas de la yincana contarían con tres niveles: Alto/Medio/Bajo qué consistiría en pruebas de habilidad de convencer a otras personas para que hagan algo como un beso o similar, conseguir objetos, etc.

A parte de todo esto, seguirían estando a disposición los apartados habituales dentro del local, la barra de bar, pista de baile y apartados privados.

…¡Me gusta, poneros a preparar! ¡Llamaré a julio para que prepare un cartel incluyendo todo esto, imprimir y a colocar, que vamos pillados!

Los preparativos fueron tremendos y a toda caña, teniendo en cuenta que el local se abría ese jueves y viernes y que la fiesta sería el sábado, nos tocó apretar y turnarnos, unos cerraban sesión a la noche y otros salían antes, para volver a primera hora de la tarde y encargarse de la apertura del viernes

Preparamos las tarjetas con las pruebas. Las dos jaimas se colocaron rápido porque disponían de dos propias guardadas en el almacén, dentro de la uno con soportes para colchones de espuma, bancos, percheros y nevera de agua, para la otra, una barra de bebidas y la cabina de dj. Los costes del evento fueron mínimos. montaba por todo el país fiestas. Se aceleró mucho ese viernes con la promoción en puntos estratégicos como bares y zonas de ambiente, estaba todo listo para la fiesta.

Llegó la hora de la apertura y como vaticiné, el local se fue llenando de gente más joven de lo habitual, acertamos también que los que venían a diario ese día serían muchos menos, pero conseguimos llenar por encima de lo previsto.

Todos de riguroso blanco, muchas chicas en lencería y otras con vestidos agresivos y muy eróticos, los chicos de pantalón y camisa blanca y muchos con camisas abiertas, otros sin camisa y solo con una corbata blanca en el pecho y el pantalón.

El ambiente se puso muy bueno con la música de la DJ que fue amenizando la noche a la espera del show. Las chicas paseaban las bandejas ofreciendo cava y cócteles, algo que gustó mucho.

El show comenzaba y los espectadores se animaban. Dos parejas fueron las contratadas y montaron todo un espectáculo erótico, eran muy buenos, puro sexo, los cuatro se lo trabajaron muy bien. Teníamos mucha gente ya subida de bilirrubina y con ganas de fiesta así que dimos paso a los concursos.

Las relaciones públicas repartieron tarjetas a todas las personas que estaban interesadas en participar y dimos comienzo a las pruebas. Al sacar la tarjeta del sobre y leerla, los participantes salían corriendo en busca de lo que se solicitaba.

Al poco, la mesa de control se llena de artículos de lo más variado, ligas, sujetadores de una talla específica, tangas, bóxer, cinturones, pendientes, condones de colores, etc..

Los ganadores afortunados fueron seis parejas, seis chicas y seis chicos, llevamos a todos a la Jaima número uno y a partir de ahí las reglas las ponían ellos hasta el cierre de la noche. El resto de participantes, pasaron a la fiesta de la Jaima número dos, que se formó un ambientazo muy bueno con la música de DJ. La gente que no participó, siguió disfrutando de los apartados habituales.

Una vez todo orientado en cada lugar, nos pudimos relajar y disfrutar del resto de la noche.

Hanna y yo nos quedamos en una barra con una copa comentando el follón de esos días, pero con buena respuesta, todo un acierto lo montado. A las cinco de la mañana se fue despejando y ya solo quedaban las salas privadas, momento que los dos nos despedimos de la gente y nos marchamos.

Cuando llegamos a mi piso del barrio Extremadura eran casi las siete, hicimos una breve parada en una cafetería en la que compramos unas porras. Desde que nos conocimos, muchos días, se venía a mi casa y se quedaba dos o tres días.

El despertar fue muy agradable. Hanna se había despertado antes y estaba disfrutando de su caramelo para desayunar. Poco a poco fui abriendo los ojos, aunque no tenía muchas ganas de abrirlos y dejar seguir que comiera la polla. La sensación de su boca y lengua hacía que me retorciera el cuerpo por momentos y me puso la polla muy dura.

…¡Ya estás despierto!

…¡Ahora puedo jugar!

Se coló sobre mi introduciendo mi polla en su coño que fue entrando despacito mientras terminaba de lubricarse. El ritmo fue acelerando por momentos, me tenía muy caliente y ella cada vez estaba más acelerada hasta que pasado un buen rato convulsionaba al llegar al orgasmo dejándose caer sobre mí. Yo fui a dar la vuelta, recostarla en la cama y follarla, pero me paró el intento.

…¡No, no!

…¡Eso solo era el desayuno y tenemos un día entero que he preparado!

Me había dejado a medias, empalmado y sin terminar, con la polla a reventar. Será hija de su madre.

Me levanté y fui a la ducha mientras ella salía hacia la sala con el teléfono en la mano. Al salir del baño me comentó.

…¡He pedido algo para comer al chino del barrio!

…¡Y llamé a mi amiga Loly para quedar esta noche!

…¡A las nueve cenamos en Momo con unos amigos!

El restaurante Momo, un sitio muy castizo en el barrio de Chueca. Tiene una decoración muy sencilla, pero se come bien y se mueve ambiente LGTB, Hanna se movía mucho en el ambiente. Loly era amiga de Hanna desde el colegio y siempre estuvo pillada por los huesitos de Hanna.

La tarde fue tranquila de sofá y peli. Que poca gana me dio tener que prepararme cuando Hanna me dijo, venga a moverse que si no llegaremos tarde.

No lo pensé mucho, un pantalón tipo piquillo crema y una camisa de manga larga azul oscuro con puntitos blancos. Hanna, siempre destacando y más cuando se trataba de la zona por la que andaríamos esa noche, una minifalda negra con vuelo como los trajes de sevillana, unas botas altas de color blanco, corpiño rosa y una cazadora corta de color blanco. A Hanna le encantaba que la mirasen y sobre todo las mujeres.

Tomamos un taxi que nos llevó hasta la calle La Libertad, en el centro del barrio de Chueca. Llegamos los primeros, teníamos una mesa reservada para cinco y nos sentamos a la espera que llegarán. No tardaron mucho en llegar. La loca de Loly muy extravagante, melena de color rosa chicle, pantalón de licra negra y una chupa negra. Con ella venían dos chicos que no conocía. Nos levantamos y saludamos a todos, Manu y Tony eran pareja y amigos de ellas. Las veces que salí por Madrid con Hanna había coincidido varias veces con Loly y algunas amigas, pero con esta pareja no.

Pedimos varias cosas para la cena y todo transcurrió muy agradable. Salió en la conversación la velada que tuvimos el día anterior en el club y cómo funcionó la fiesta. Loly dejó caer a Hanna..

…¡A ver cuándo me llevas a una fiesta de esas tía!

…¡Ah no, que te me pones celosa si se me acerca alguna! se reía.

Loly siempre que tenía ocasión, dejaba caer una tirada a Hanna y está que la conocía bien le seguía el juego.

Terminamos de cenar pasadas las doce y decidimos ir a tomar unas copas a Why Not, un local muy interesante, cuando entras es como un palacete con una decoración muy recargada entre barroco, antiguo y mucho glamour, siempre tiene buen ambiente y la gente genial, cada cual va a su rollo y nadie se sorprende de ver cómo viste o va cada persona, lo mismo te encuentras una Drag Queen que dos moteros estilos Village People.

Estábamos muy a gusto entre risas, la parejita se puso a morrear y al poco se despidieron quedando nosotros tres solos. También en las chicas se notaba el vino de la cena y las dos copas, Loly, desinhibida por el alcohol no hacía más que entrar a Hanna y ponerse cariñosa con ella. Hanna que le entraba al trapo le seguía el juego medio en broma, pero se dejaba querer porque le encantaba ser el centro de atención.

…¡Anda convencerla que me dejé echarla un polvo! me decía a mí, con cara de niña buena.

¡Tú insiste que la tienes en el bote!

Hanna me miraba con cara de pilla, pero no decía, no. Al rato Hanna se levantó para ir al servicio y me quedé a solas con Loly.

…¡Jo, tío, me tiene loca! me decía con carita.

…¡¿Me dejáis ir a dormir con vosotros?!

…¡Prometo portarme bien y ser buena!

Yo por mí no había problema, pero tenía que ser ella la que lo comentase con Hanna. No sería la primera vez que tendrían algo entre ellas pero Hanna no quería que se enganchara a ella.

Al regreso, Loly dejó caer la cabeza sobre el pecho de Hanna y se puso mimosa pidiendo que quería venir a dormir a casa. Al principio Hanna le dijo que no, que estaba descontrolada y después de mucho insistir cedió, pero dejando claro si no se ponía en plan quiero salir contigo.

…¡Ok, te lo prometo! juntaba las palmas de las manos con satisfacción, lanzando una sonrisa.

Llegamos a mi casa hacía las cuatro de la mañana. Loly no se había soltado del brazo de Hanna desde que salimos del local.

Cuando Loly fue al servicio, en ese momento a solas pude comentar a Hanna que si quería yo me iba a dormir al cuarto pequeño y me dijo que para nada la dejaba sola. Que la conocía bien y se pondría en plan posesiva y al final se cabreaba al ver que le decía que no, si quería estar, todos a la misma cama y follamos los tres.

Cuando volvió del servicio, Hanna le habló.

…¡Loly, echamos un polvo los tres y dormimos en la misma cama todos! ¡¿Ok?!

…¡Por mí, perfecto! ¡Estoy muy salida y necesito un rabo!

Me retiré al servicio para descargar porque tenía la vejiga a reventar. Cuando regresé me quedé un poco flasheado. Hanna estaba ya desnuda recostada sobre la cama y Loly de pie jugando con su ropa interior simulando un striptease para ella. No tenía el placer de haber visto ese cuerpo antes y me sorprendió mucho, tenía un cuerpazo muy cuidado de gimnasio. A la chica le ponían mucho más las chicas y se cuidaba bien para atraer a una tía.

Me había quedado inmóvil. Loly se acercó a mí bailando sexual y me fue quitando la ropa. Desnudo de pie y parado mirándola, se fue agachando tomando mi polla con una mano y dirigiendo la mirada hacía Hanna para ponerla caliente. Se metió la polla en la boca y la mirada clavada con seducción en Hanna, está contemplaba la escena y al mismo tiempo que acariciaba su coño. Loly no podía aguantarse más y se lanzó a por ella salida como perra en celo. Hanna abría las piernas pidiendo su boca y Loly no perdió tiempo en preámbulos. Se llegaba a escuchar con fuerza y ansía los lamidos y chupadas que daba en el coño de Hanna, está respondía con gemidos de placer sujetando con sus manos la cabeza de Loly para que no dejara de comer su almeja mojada. La situación me ponía como loco y la vista del culo en pompa de Loly era una verdadera locura. Me sitúe tras de ella y con mi mano masturbe el coño que estaba chorreando, no aguantaba más e introduje la polla de un golpe seco que la hizo contonearse. Hanna me miraba y me dijo.

..¡Follatela para mí!

Loly miraba a Hanna sin dejar de comerla y afirmaba con la cabeza.

Las embestidas que chocaban contra sus nalgas eran intensas, llegando a un punto que estaba tan excitado que poco faltó para derramar mi semen en ella, teniendo que parar de follarla. Loly al notar que me había apartado, se situó encima de Hanna dando un intenso morreo que llevaba rato deseando. Me quedé a un lado para observar. Hanna pedía su turno y se subió encima mía para follarme, Loly quería comer las tetas de está dejando disponible su coño para mí boca. Los labios de su coño eran finitos y de un rosa muy claro. Un flujo vaginal blanco como la leche brotaba de su interior que fui retirando con mi lengua. Hanna estaba al borde del orgasmo y al notarlo llegar se alteraba más, no aguanté más y seguido reventaba mi polla en ella, se dejó caer hacía atrás. Loly se apresuró a limpiar con su boca el mojado coño de Hanna y los restos de mi polla, terminando por colocar su cabeza sobre el pecho de Hanna en una muestra de cariñada.

Tras una parada de relax, las chicas volvieron a jugar entre ellas. Loly apenas podía contenerse, aquella mujer por la que tantas veces había suspirado, soñado, anhelado la ponía loca en todos los sentidos, pocas veces la tenía en sus manos y había que disfrutarlo. Su cuerpo, su cadera, no hacía más que moverse descontrolada, sus dedos se perdían en la deseosa vagina de Hanna, húmeda y sensible, los fluidos se deslizaban por la piel desnuda y los jadeos eran cada vez más rápidos.

Loly agarró la cadera de Hanna con fuerza, apretando el cuerpo de ambas como si fueran a fundirse, metía los dedos en la deseosa vagina, masturbando con fuerza y concentrada en hacerla sentir el mayor de los placeres, cada ver estaba más excitada hasta sucumbir en orgasmos que la llevaban al mismísimo paraíso.

Me limite a observarlas acariciando mi polla, cada vez me gustaba más el rosa y rubio mezclado. Estaba a punto de estallan sin que me hubieran tocado, solo con la imagen de sus cuerpos retozando y gozando cada vez más apasionadas. Hanna me miro y alcanzo su mano hacia mi polla para acariciarla. Loly se paso a un lado dejándome en medio de las dos y también junto su mano a la de Hanna. Comenzaban a practicar una monumental paja a dos manos hasta que me hicieron reventar, el esperma salía de mi polla al igual que una botella de cava al descorchar. Las dos acercaron las bocas para chupar el flujo juntas, mezclando sus lenguas en morreo, balanceaba mi pelvis por los latigazos de sensibilidad.

Terminamos agotados, quedando dormidos casi en el mismo sitio.

Loly siempre había estado enamorada de Hanna y esa noche se notaba el enorme deseo que tenía por ella.

“Los comentarios están desactivados para evitar SPAM. Si deseas dejarme algún comentario utiliza el formulario de contacto.”